VENEZUELA NICOLAS MADURO

Venezuela: El derecho de las naciones a la autodeterminación

Al margen de nuestra postura crítica con el gobierno venezolano, consideramos que debemos posicionarnos en defensa de la soberanía y la libre determinación de los pueblos, como principio de autonomía política y de ampliación de las libertades democráticas. Consideramos ilegítimos los movimientos dados para obligar al presidente Nicolás Maduro a que renuncie a su posición, y rechazamos cualquier injerencia del gobierno de Estados Unidos y sus aliados en respaldo al golpe de Estado.

Desde la llegada al poder de Hugo Chávez en 1999, Venezuela se encuentra en el ojo de la política internacional. Los quince años que sostuvo su mandato estuvieron marcados por dieciséis comicios, más de uno al año; un claro Estado de propaganda que permitió dotar de legitimidad e influencia al líder histórico del Partido Socialista Único de Venezuela (PSUV). No por casualidad, constituyó a su alrededor el proyecto conocido como socialismo del siglo XXI. La idea de reconstruir el viejo paradigma de izquierda en el mundo alentó a varios movimientos latinoamericanos a proponer, como salida bonapartista a la crisis de representación política, la refundación de la patria grande por vía constitucional.

La historia reciente de América Latina puede entenderse a raíz del discurso que Hugo Chávez pronunció en el Foro Social Mundial de 2005, donde por primera vez habló sobre la posibilidad de construir un tipo de socialismo que reconociese la importancia de las nuevas realidades continentales, a través de un proceso con jóvenes liderazgos y crítico con el imperialismo estadounidense.

Varios gobiernos se alinearon a esta propuesta, como fueron los casos de Rafael Correa en Ecuador, o Evo Morales en Bolivia. Sin embargo, este idilio no duró para siempre, y, con el tiempo, este giro progresista se volvió conservador, como demuestran los últimos ejecutivos de Argentina, Brasil o Chile. A pesar de la coyuntura internacional, el PSUV, ya con Nicolás Maduro como dirigente tras el fallecimiento de Chávez, consiguió renovar su proyecto con nuevos respaldos populares en las urnas.

En las dos décadas que dura ya el bolivarianismo, se han producido un par de golpes de Estado: el primero en abril de 2002, cuando Hugo Chávez fue secuestrado durante algunas horas, y el último hace pocos días, cuando Juan Gaidó se autoproclamó presidente interino con el respaldo de una parte sustancial de la comunidad internacional.

Al margen de nuestra postura crítica con el gobierno venezolano, consideramos que debemos posicionarnos en defensa de la soberanía y la libre determinación de los pueblos, como principio de autonomía política y de ampliación de las libertades democráticas. Consideramos ilegítimos los movimientos dados para obligar al presidente Nicolás Maduro a que renuncie a su posición, y rechazamos cualquier injerencia del gobierno de Estados Unidos y sus aliados en respaldo al golpe de Estado. 

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Kapari Comunicación

Red de Comunicación Comunitaria Ecuador